Museo interactivo de ciencia, vive la ciencia y la historia
Una alternativa diferente y divertida de aprender es el Museo Interactivo de Ciencia (MIC), ubicado en el barrio tradicional de “Chimbacalle”. Este museo rompe con los esquemas de los museos tradicionales, dando paso a la interacción de todos sus visitantes.
Fue inaugurado el 18 de diciembre del 2008 y hasta el momento tiene siete años sirviendo a sus visitantes. El museo cuenta con cuatro salas interactivas: La sala mente, cuenta con diferentes juegos, que ponen a prueba nuestra agilidad mental, ayudándonos a entender la manera en que nuestro cerebro trabaja. En la sala ludión, podemos ser partícipes de los diferentes experimentos físicos, presentes en la cotidianidad. La sala guaguas está dedicado a los más pequeños, aquí los niños interactúan con los diversos ambientes de regiones que hay en nuestro país, sin dejar de lado la flora y fauna. La sala textil, nos remonta en la época en la que funcionaba la antigua industria textil, con todo su proceso histórico y comercial.
El pasado 7 de noviembre se inauguró una nueva sala llamada la sinapsis de Dios, que para Patricio Constante, guía del MIC, ha tenido una gran aceptación por parte del público, porque se ha enfocado en la religión y la espiritualidad desde una visión neurocientífica, dándonos la explicación de lo que pasa en nuestro cerebro cuando realizamos cualquier tipo de ritual relacionado con la espiritualidad. Este espacio es muy particular porque ofrece la oportunidad de encontrarnos con nuestro interior con diferentes técnicas de concentración como el yoga, una práctica de meditación con la finalidad de la unión del alma con la divinidad. Las diferentes actividades que se realizan en esta sala ayuda a reflexionar sobre las religiones y cómo actuamos, cada uno según nuestra perspectiva y realidad, haciendo más vivencial nuestro aprendizaje.
El museo interactivo de ciencia, el 18 de diciembre, fecha de su aniversario, tras siete años de servicio a la ciudadanía, quiere presentar una nueva exposición que nace del proyecto “Escalando Paredes”. Este proyecto trata los problemas de urbanidad y ecología, por lo que se intenta abordar a la agroecología desde una perspectiva urbana, con la ayuda voluntaria de algunos jóvenes que se encuentran dentro de la comunidad.
María Elisa Campos, comunicadora del Museo, nos da a conocer esta nueva exposición como una alternativa para mejorar la salud al tener una mejor alimentación por medio de huertos realizados en el hogar, con la utilización de materiales reciclados. Esta labor se ha desarrollado conjuntamente con el barrio de “Chimbacalle” y las instituciones educativas aledañas, que se han acercado al proyecto. Para María Elisa esta labor ha desarrollado disciplina y compromiso en los jóvenes porque realizan las diligencias correspondientes sin que exista ninguna clase de obligación, haciendo la actividad mucho más interesante.
Todas estas actividades se encuentran vinculadas con la salud, espiritualidad y ciencia. Sin embargo la idea de la espiritualidad es un proyecto a nivel distrital bajo el nombre “Espiritualidades en Quito” que se realiza por iniciativa de un grupo de investigación de la universidad San Francisco y la fundación Museos de la Cuidad. Lo que se intenta por medio de la espiritualidad es generar diálogos de paz y de empatía con la sociedad, la naturaleza.
Los museos son parte primordial de nuestra identidad, porque guardan valiosos datos históricos y culturales, por lo que es importante que visitemos estos lugares frecuentemente, ya que ofrecen conocimientos novedosos. Hay que tomar en cuenta que los museos han cambiado totalmente su metodología, haciendo un aprendizaje más interactivo, donde se da el interés individual de las personas.