Ecuatoriano investiga cómo eliminar la ceguera producida por la picadura de un insecto

El doctor ecuatoriano Roberto Proaño y su equipo de especialistas ganaron el premio Jimmy Carter en México, por su investigación para acabar con la enfermedad oncocercosis.

Esta enfermedad es considera la segunda más importante en provocar la ceguera como consecuencia de la picadura del parásito onchocerca volvulus. La oncocercosis se transmite al ser humano por exposición repetida a la picadura de la mosca negra y se encuentra en la selva amazónica. Esta enfermedad ya ha sido eliminada oficialmente de algunos países de América Latina, como Ecuador, según publicaciones de la OMS.

Esta enfermedad llegó a Centroamérica con los esclavos de países africanos y existe desde 1915. Su primera aparición fue en Guatemala, el primer caso en Ecuador fue en 1952 en la provincia de Esmeraldas.

La enfermedad en Ecuador se focalizó en la parte norte de la provincia de Esmeraldas, en la confluencia de los ríos Cayapas, Santiago y Ónzole. Proaño comentó que fue un grupo «interdisciplinario» de médicos el que aportó a la erradicación de la enfermedad. Se logró suprimir la transmisión de la enfermedad «en un proceso de 14 catorce años» de tratamientos a los pacientes, con dosis de fármacos como la ivermectina, una medicina que en principio era utilizada para curar al ganado, anotó.

Ese desparasitante liberó a los pacientes de la oncocercosis y por consecuencia, también a las moscas que las transmitían, señaló Proaño.
La investigación supuso la captura de unas 90.000 moscas por año para verificar cómo desaparecía la enfermedad y los últimos estudios demostraron que se había eliminado el parásito de personas e insectos, agregó el galeno.

La OMS constató la ausencia del mal con un grupo de expertos que revisó los protocolos y confirmó la eliminación de la enfermedad que había afectado a unas 25.000 personas en Ecuador, añadió el experto. Aseguró que, tras las investigaciones, también se determinó que el éxito del programa fue que el equipo se haya propuesto acabar con la existencia del parásito (onchocerca volvulus), antes que fumigar con insecticidas las colonias de moscas, como se había hecho en África sin resultados positivos.

El protocolo ha servido como método y por eso es que «estamos a punto de erradicar de América esta enfermedad», añadió el médico ecuatoriano.
El último foco de la enfermedad se encuentra en una comunidad nómada de los indios Yanumanis, que habita en la selva entre Venezuela y Brasil, asunto que lo hace «más difícil» de tratar, aunque se espera que para 2017 también en esa región haya desaparecido la oncocercosis, agregó el galeno ecuatoriano. EFE

¿Qué le llevó a realizar esta investigación?
Los médicos estamos acostumbrados a encontrar enfermedades, algunas conocidas otras desconocidas y otras por estudiar. Era el año de 1980 cuando uno de los médicos misioneros de HCJB me invitó a participar de una brigada médica por que habían unos pacientes que tenían problemas de visión y tenían una enfermedad rara en el norte de Esmeraldas en el Ecuador, fue la primera expedición nos fuimos al río Cayapas, llegamos a la casa del misionero evangélico Lester Luis Engaimer quien había dedicado su vida para servir a esa comunidad, que tiene cerca de 20.000 habitantes entre descendientes afroamericanos y Cayapas, estas dos etnias que conviven en ese sitio estaban afectos por una enfermedad desconocida hasta ese momento, entonces nos interesó mucho y decidimos desde 1980 meter la cabeza hasta le fecha de hoy, fecha en que podemos dar la gracias a Dios por los resultados exitosos.

¿Cuáles son los resultados exitosos dentro del país?
La Oncocercosis es la enfermedad que en el mundo ocupa el segundo lugar como causa de la segura, entonces hay una lucha contra este enfermedad. El foco principal se encuentra en el África, hay alrededor de 80 millones de habitantes afectados con esta enfermedad. Teníamos mucho miedo de que esta enfermedad importada del África por las poblaciones negras que llegaron a las costas americanas tengan la misma conducta y se expanda con proporciones alarmantes. Entonces nos metimos a trabajar con el rastreo epidemiológico de la enfermedad en todo el continente, encontramos 6 países afectados; México, Guatemala, Colombia, Ecuador, Venezuela y Brasil y una población total de 500 000 habitantes afectados.
En el Ecuador existen más de 20 mil pacientes. No se conocía cuál era la manera más efectiva de tratar la enfermedad, entonces invertimos una gran parte investigando conociendo primero la enfermedad y luego ensayando terapéuticamente bajo todos los protocolos internacionales y nacionales, ensayando medicamentos para ver con cual se lograba controlar esta enfermedad. Finalmente Dios nos permitió tener éxito y han sido 37 años de estar trabajando.

Esta enfermedad se contagia por medio de las moscas negras ¿cómo descubrieron que la cura era una vacuna utilizada para el ganado?
Este gusano, es un gusano que tiene 2 formas. Un micro gusano cuando nace y un macro gusano cuando es adulto, el gusano que es un parásito se transmite por la picadura de una mosca, la mosca cuando le pica al individuo chupa los micro gusanos y se los lleva y pica a otro y le inocula y de esa manera se transmite. Esa es la manera que se conoce como la Oncocercavolvolus se transite a través de la mosca que se llama el sibulium, ahora tiene diferentes nombres en las regiones, para nosotros es el juro o mosca negras, es una mosca que no mide más de dos milímetros y lleva cargada las larvas que llevan esta enfermedad. Entonces cuando se considera la enfermedad como tal, uno tiene que saber que tiene diferentes etapas.

Hay un estado larvario de la enfermedad que está en la mosca, hay un estado larvario que está en el humano y hay un estado adulto que se encuentra en el humano que es el que genera la transmisión, uno puede entrarle a fusilazos a las moscas y nunca acaba porque no se trata de matar las moscas, uno puede perseguir individualmente a las Oncorceavolvolus y no se acaba, las Oncocercas tiene un ciclo de vida de diferente y no se puede captarla en un solo momento. Lo que sí se puede hacer es captar a un ser humano que tiene la infección, entonces se le da un medicamento para que se limpie, y si la mosca viene y te pica pero ya no encuentra el parásito, entonces ya no pasa nada, ese es el concepto en general. La medicina la donó la casa Merk, una tableta dos veces por año, pero eso significa llevar un registro de cada persona.

¿La Investigación se realizó en Ecuador y con doctores Ecuatorianos?
Cuando tú estás en el camino del servicio te encuentras con un montón de gente que no necesariamente son ecuatorianos, son los que tienen el corazón puesto en el servicio.
Ahí encontramos a un canadiense como el doctor Ron, una doctora italiana Mariana Alselmi y desde luego a muchos ecuatorianos que nos metimos de cabeza y formamos un gran equipo, luego la gente de la zona le tomó interés y ayudaron muchísimo.

¿Hace cuánto tiempo Ecuador es declarado libre de esta enfermedad?
Marzo de este año, la OMS lo declaró, fue en el mes de septiembre cuando lo proclamó la ministra en la reunión de la oficina panamericana de la salud y luego se entregó este certificado ya oficial.

Ecuador es el segundo país declarado libre de esta enfermedad, primero fue Colombia. ¿Se realizó una investigación preliminar con los mismos protocolos o fue al mismo tiempo?
Hay una organización central que depende de la oficina panamericana de la salud, se llama OEPA, ellos tienen los protocolos que se implementan en los 6 países, a mí por la gracia de Dios me corresponde ser un consultor de oftalmología para estos 6 países, entonces yo he tenido la bendición de conocer el programa en todas sus fases en los diferentes países y se hace exactamente igual en todos. Esta enfermedad todavía existe en la selva amazonia entre Brasil y Venezuela.

¿Qué se espera para el futuro de esta investigación? ¿Se podrá implementar el mismo programa?
Bueno, este año ha sido de grandes logros. La OEPA ha concentrado todos sus esfuerzos en Venezuela y Brasil, por las condiciones políticas y las condiciones geográficas de los dos países. En Venezuela y Brasil están haciendo brigadas conjuntas para lograr cubrir el tratamiento de estos pacientes o personas que son nómadas, a veces se mueven para acá y pasan a Venezuela y cuando les buscas están en Brasil, y con ellos no hay pasaporte que valga, como las brigadas si necesitan permisos entonces había que negociar con los gobiernos para que los helicópteros, las canoas y las gente no tenga tropiezos. Eso se ha conseguido mayormente y hay un buen soporte este momento de manera que estamos esperanzados que en 2017 terminemos con el último reducto de la Oncocercosis en América. La OMS se encuentra trabajo con esta enfermedad en África, uno de los lugares donde esta enfermedad tiene un alto índice de víctimas es en Yemen.

¿Habido algún contacto con la OMS para implementar este programa en África?
Bueno, ha sido un modelo ya adoptado por la organización africana de lucha contra la Oncocercosis porque ellos han venido con sorpresa a mirar lo que hemos hecho en América y somos el modelo con el cual ellos están ahora comenzando a trabajar.