Sol y Fernando practican la escalada deportiva

Escalada Deportiva
Sol escalando en Cuyuja cerca de Papallacta.

Sol Pineda y Fernando Dávila son dos jóvenes que desde hace cinco años practican la escalada, cuentan que este deporte extremo marcó un cambio radical en su vida; para ellos es una experiencia gratificante que les ha hecho ver el mundo de otra manera. Tenían una vida urbana y de preocupaciones rutinarias: el trabajo, los estudios, los problemas de familia y de pareja; su inconformidad les motivó a pensar en ¿qué abra allá afuera? y encontraron la respuesta en un deporte que demanda valor, adrenalina y atrevimiento.

Escalada Deportiva
Fernando escalando en Sigsipamba-Pichincha.

La perseverancia y confianza motiva a Sol y a Fernando a seguir sus sueños y practicar la escalada. Como pareja les ha permitido compartir, más que novios son amigos de una misma aventura; más que un pasatiempo, para esta pareja es su estilo de vida. Descubrieron que esto era lo que necesitaban cuando por primera vez sintieron correr la adrenalina por sus cuerpos y sus ojos estaban impresionados por belleza de los paisajes

Sol cree que la escalada es única y que quien no la haya practicado, no lo podría comprender: ni nosotros mismos podemos explicar con palabras la emoción que sentimos cuando escalamos, nos sentimos libres y es la experiencia más bonita que hemos vivido juntos. La confianza en lo que cada uno hace es esencial por que no sabes que nuevos retos se te presentarán; te arriesgas a una aventura desconocida y tienes que estar seguro de ti y de tus herramientas para vencer. Debemos tener una mente positiva, el no puedo aquí no existe, manifiesta.

Aunque la aventura fuera de las fronteras nacionales les atrae, a Fernando le interesa conocer las maravillas del Ecuador: los lugares que hemos conocido en Ecuador son asombrosos, nunca imaginamos que en los rincones más escondidos de cada provincia puede existir un mundo extraordinario, que nos brinda emociones. Los ecuatorianos no imaginamos la riqueza del país; aunque sea que escalemos en el mismo lugar más de una vez, es totalmente diferente porque siempre hay algo nuevo que no sabíamos que existía, esta es la aventura de vivir cosas distintas cada día, este es nuestro sueño, concluye.