Uno de los principales ingresos económicos de las haciendas en la serranía ecuatoriana es la venta de leche. Este es el caso de la hacienda que maneja Arturo, ubicada a unos cuantos kilómetros de la ciudad de Machachi en la provincia de Pichincha; además tiene una gran amistad con el dueño Don Rodrigo. Según datos del Centro de la Industria Láctea (CIL) la demanda lechera es mucho más alta que la oferta en el país
La lluvia de abril amenaza con inundar gran parte de la Hacienda. Pese a ello las actividades de los cuidadores no se detienen. Aún el sol no sale por detrás de las montañas, pero la actividad de Arturo ya comienza desde las 4 am. Se dirige a los establos con paso lento pero firme y ubica a su ganado para el ordeño, pero sucede lo impensable uno de sus animales golpea fuertemente a Arturo, quien del golpe pierde momentáneamente el conocimiento. Su esposa Raquel que lo acompaña siempre mira con horror la escena y corre a él para auxiliarlo.
-Arturo, ¿estás bien? Preguntó la esposa consternada, pero el campesino es un hombre fuerte y al cabo de un momento se levanta y tan solo se sacude la ropa para continuar con su actividad.
Según Asociación de Ganaderos de la Sierra y Oriente (AGSO) la producción lechera en su mayoría se produce en la Sierra con el 73%, en la Costa el 19% y en la Amazonía 8%. La producción lechera beneficia a unos 298.000 ganaderos.
Al acabar el ordeño la pareja de campesinos que cuidan la hacienda El Porvenir aguardan la llegada del camión lechero de la capital para enviar su producto. Pero un sonido extraño en la vía alerta a la pareja de campesinos, que apresuran el paso en dirección de dónde provino el ruido. Al llegar observan una terrible escena, la camioneta de Don Rodrigo había sufrido un terrible accidente, ante ello sus empleados corren desesperados para auxiliarlo.
Rodrigo estaba sin conocimiento atrapado entre los fierros retorcidos del vehículo. La desesperación invadió a Arturo que rompió una ventana para auxiliar a su jefe. Los curiosos empezaron a llegar, mientras Arturo pedía una ambulancia.
A los 30 minutos llegó la ambulancia. Con don Rodrigo a bordo; emprendió viaje al hospital más cercano pero éste, en el trayecto falleció. El dolor invadió a la pareja de empleados. Rodrigo, el dueño de la hacienda no tenía familiares en el país, por ello había dejado en su testamento todos sus bienes a la pareja de campesinos.
Arturo y Raquel se convirtieron en los legítimos dueños de la gran hacienda El Porvenir, pero su alegría no duró mucho, al poco tiempo una serie de invasiones rompió sus sueños. Arturo fue asesinado, Raquel se suicidó después de un terrible crisis depresiva y la hacienda El Porvenir quedó en el olvido.
Realizado por: Kevin Almeida (Periodo 47; grupo 721)