Mis tutorías
– Un MODELO de tutorías entre varios posibles
– MODALIDAD: 100 % virtual
– MOTIVACIÓN DOCENTE: plasmar en una ayuda concreta la «amorevolezza» salesiana
– TUTORÍAS: más requeridas en materias técnicas. No se consideran necesarias en las teóricas pero lo son.
– INCENTIVO, desde el conductismo. El o la docente decide el más adecuado.
– Supone OBLIGATORIEDAD para quienes, al final del primer parcial (o antes), están en situación de riesgo académico: menos de 35 puntos.
– Es OPCIONAL para los estudiantes que no se encuentran en riesgo. Pueden mejorar su puntaje final.
– SESIONES: una por semana. En total, pueden ser 6 u 8.
– DESTINATARIOS: estudiantes de varios cursos, no sólo de una misma asignatura.
CONTENIDOS
CIENCIA, ARTE, CULTURA, HISTORIA, TEORÍAS, INGLÉS, ETC.
– ÉNFASIS EN LA LECTURA: comprensión lectora, detección de ideas principales y secundarias, identificación de sinónimos, entre otros.
– REACTIVOS: se han utilizado los de semestres pasados a modo de entrenamiento para cuestionarios (controles de lectura) y exámenes con esta modalidad.
– SIMULACIÓN: mediante tiempos o plazos para responder a los reactivos, los estudiantes se familiarizan con los tipos de pruebas o exámenes del docente.
– DOBLE BENEFICIO: los estudiantes se motivan por los puntos extras que pueden ganar. Por otra parte, se entrenan para las evaluaciones del final de la unidad o del semestre.
– PUNTUALIDAD y ASISTENCIA: para otorgar los puntos extras se ha tomado en cuenta al menos un 70 % de asistencia a todas las sesiones.
CERCANÍA DOCENTES – ESTUDIANTES
PREVENIR SITUACIONES DE RIESGO ACADÉMICO
RESULTADOS PALPABLES EN LOS EXÁMENES Y EVALUACIONES.
Notas, descripciones y narraciones – grupo 503
Estudiantes de la Carrera de Comunicación de la Universidad Politécnica Salesiana (UPS), sede Quito, dan sus primeros pasos en cuanto a redacción periodística. Se preparan para su su futuro profesional mediante el ejercicio de la comunicación escrita. Para ello han elaborado descripciones, narraciones, notas informativas breves y otros artículos. Se comparten aquí algunos de sus mejores trabajos
Emprendedores, líderes del mañana: https://www.nicodousdebes.net/post/la-reactivición-de-los-negocios-locales
Impacto de la pandemia en pacientes con cáncer:
https://www.nicodousdebes.net/post/impacto-de-la-pandemia-en-pacientes-con-cáncer
Plan de vacunación Unidad Educativa «Juan Montalvo»
https://www.nicodousdebes.net/post/plan-de-vacunación-unidad-educativa-juan-montalvo
Pandemia y salud mental: efectos en pacientes con depresión y ansiedad
Pequeñas historias, Kiara y Cristina
https://www.nicodousdebes.net/post/bienvenido-gumball-rodolfo-consomé
Pequeñas historias, Nicole, Andy y David
https://www.nicodousdebes.net/post/pequeñas-historias-nicole-andy-y-david
Pequeñas historias, Johann y Marco
https://www.nicodousdebes.net/post/pequeñas-historias-johann-y-marco
Pequeñas historias, Priscila, Benjamín y Karla
https://www.nicodousdebes.net/post/pequeñas-historias-priscila-benjamín-y-karla
Describiendo el mundo, Kiara y Cristina
https://www.nicodousdebes.net/post/describiendo-el-mundo-kiara-lópez-y-cristina-hinojosa
Describiendo el mundo, Andy y Nicole
https://www.nicodousdebes.net/post/describiendo-el-mundo-andy-y-nicole
Describiendo el mundo, Johann y Marco
https://www.nicodousdebes.net/post/describiendo-el-mundo
Describiendo el mundo, Priscila, Benjamín y Karla
https://www.nicodousdebes.net/post/describiendo-el-mundo-priscila-benjamín-y-karla
Horror…en Ecuador
La masacre tan atroz y lamentable sucedida en los CRS (Centros de Rehabilitación Social) es un síntoma de una sociedad enferma, es la pus que demuestra que como país, estamos infectados, no de coronavirus sino de falta de humanidad, de total irrespeto por la vida y extrema crueldad.
Nicolás Dousdebés Córdova
No era una sorpresa que en las noticias internacionales aparecieran escenas y relatos de gente mutilada, degollada, ahorcada o asesinada de cualquier otra manera cruel e inhumana. Solían venir de Colombia o México, naciones ampliamente dominadas por la violencia, especialmente aquella que surge de los cárteles del narcotráfico. Ahora, esas mismas atrocidades han comenzado a suceder en Ecuador, en la «isla de paz» de América Latina.
El martes 23 de febrero de 2021 quedará marcado en la historia nacional como un día trágico en la memoria colectiva. Será una fecha «que vivirá en la infamia», como diría Roosevelt sobre el ataque japonés a Pearl Harbor. Sin embargo, aquí no fueron soldados los que murieron. Eran delincuentes, algunos asesinos peligrosos para la sociedad, otros narcotraficantes de bandas rivales y seguramente, también reclusos de poca peligrosidad que cayeron víctimas de la orgía de violencia sanguinaria.
Se comenta que uno de los reos, o PPL (personas privadas de la libertad), para ser políticamente correctos, había a su vez asesinado a varias personas en Guayaquil con extrema saña y crueldad, de modo que habría probado «su propia medicina». Es posible que vulgarmente, muchas personas digan: «bien hecho». En realidad, al revisar las redes sociales, en no pocos comentarios se celebraba que hubiesen ejecutado a los presos, que se lo merecían. Ciertamente es un tema polémico pero más allá de las opiniones personales, ¿dónde queda el estado de derecho y el imperio de la ley? ¿cualquier persona podrá ejecutar a otra porque considera que no merece vivir, y además hacerlo al margen de la ley? Ahora sucedió al interior de las cárceles, mañana puede pasarle a cualquier ciudadano libre, sea culpable o inocente.
Sin embargo, éste no es el único mal precedente que se desprende de esta masacre anunciada, pues ya en 2020 hubo dos estados de excepción para supuestamente intervenir en las cárceles que ya eran un nido de violencia. El asesinato masivo de 79 personas al interior de tres cárceles ecuatorianas, al margen de su nivel de peligrosidad, revela sin lugar a dudas que en estos recintos no hay ley, o que ésta simplemente no se cumple. Es evidente que los guardias penitenciarios son incapaces, ya sea por falta de formación, por complicidad con los internos o por escasez de número, de ejercer un mínimo grado de autoridad sobre quienes han sido confiados a su vigilancia. El libre ingreso de armas, celulares, licor, electrodomésticos y otros enseres, da cuenta de que para muchos, estar en la cárcel no limita sus actividades delictivas, en todo caso las empeora y agudiza.
A modo de justificación, algunos de los detenidos, en las cárceles más afectadas por la violencia, han manifestado en vídeos (lo cual ya indica que siguen utilizando dispositivos que supuestamente están prohibidos) que sus compañeros asesinados mantenían una especie de red de extorsión y abuso al interior de estos recintos y esto habría llevado a la violenta reacción del 23 de febrero. Ahora bien, el hecho mismo de que hubiesen existido estas redes de dominio de unos internos sobre otros, ya denota que algunos de ellos no estaban realmente privados de la libertad sino que podían manejar a su antojo sus influencias sin que las autoridades carcelarias lo supieran o pudieran hacer algo al respecto.
Para cambiar este panorama desolador, los tan desgastados discursos de que hay que promover los valores y la educación, aunque no han dejado de ser ciertos, no son ni de lejos suficientes. Deberán pasar varias generaciones y haber un sustancial mejoramiento del nivel de vida de la población para que estas acciones de prevención den frutos. Mientras tanto, urge tomar medidas que reformen la manera de administrar los presidios pues éstos en la actualidad no merecen el nombre de «centros de rehabilitación social» (CRS), sino todo lo contrario, son núcleos de violencia y muerte.
Para comenzar, los guardias penitenciarios deberían ser apoyados de manera permanente por personal especializado de la policía para realizar constantes supervisiones que aseguren la ausencia de armas y otros elementos potencialmente letales, como las herramientas de gran magnitud con las que se cometieron estos crímenes, por ejemplo, sierras eléctricas y amoladoras. Es verdad que algunas de éstas son utilizadas para labores de enseñanza de oficios, entonces deberían estar mucho más resguardadas y utilizadas sólo en la presencia de instructores.
Adicionalmente, el personal de guardianía, sean guías o policías, deberían tener perfecto conocimiento de la ubicación de los interruptores centrales de energía, en caso de que haya el mínimo intento de uso indebido de estos instrumentos. Y esto no es todo. Hay más medidas a ser aplicadas de manera inmediata, tal como la dotación de armamento disuasivo no letal, sólo para ser utilizado cuando el orden se salga de las manos de los guías.
En definitiva, hay una serie de cambios que tendrían que realizarse para mejorar las condiciones de seguridad al interior de las cárceles. Sin duda, la más importante de ellas es desarraigar la corrupción de las filas de los guardias penitenciarios; su oficio es duro y seguramente lleno de tensión; precisamente por eso, la formación de su personal tendría que ser altamente profesional y su remuneración adecuada para evitar el riesgo de que sean objeto de sobornos. Desde luego, nada de esto será posible sin la voluntad política de cambio y la consiguiente dotación de recursos para generar nuevas políticas públicas en materia de seguridad penitenciaria.
A manera de conclusión, lo sucedido en las cárceles de Ecuador durante la última semana de febrero de 2021 es un reflejo de lo que sucede en la sociedad misma. Esta crisis no es sino la punta del iceberg de una situación en la que la vida no vale mucho y está en constante riesgo, sobre todo para los grupos más vulnerables. Como si no hubiese bastado la pandemia, la cual se ha llevado a muchos de ellos, la corrupción estatal ha puesto en riesgo no sólo a los enfermos sino al personal sanitario que ha estado en la primera línea de lucha contra esta grave enfermedad.
En los últimos meses, ha habido un incremento notable de la violencia contra la mujer, mayores tasas de inseguridad y criminalidad en todas las ciudades del país, especialmente en las más grandes. El asesinato de Efraín Ruales, así como la muerte violenta de tantas otras personas inocentes menos conocidas que él, evidencian que en Ecuador el valor de la vida humana es extremadamente frágil, es descartable a cambio de pocos dólares. La masacre tan atroz y lamentable sucedida en los CRS es un síntoma de una sociedad enferma, es la pus que demuestra que como país, estamos infectados, no de coronavirus sino de falta de humanidad, de total irrespeto por la vida y extrema crueldad. Nos urge una medicina, un cambio de mentalidad que a todo nivel nos haga más sensibles y respetuosos del valor irremplazable de toda persona, más allá de su condición de libertad o privación de la misma.
Enlaces externos: https://www.eluniverso.com/noticias/seguridad/67-privados-libertad-asesinados-carceles-reaccion-gobierno-edmundo-moncayo-nota/
Terapia intensiva
Esta es una breve narración de un duro momento personal, la muerte de un ser querido, mi padre. El relato nació a partir de una breve descripción de dos lugares, una sala de espera y la sección de terapia intensiva del HCAM (Quito) en tiempos pre-pandémicos. En los actuales momentos ya ni siquiera sería posible entrar al hospital…
No te dejan entrar. Debes esperar en una salita de unos 80 metros cuadrados, la sala de los familiares. Allí hay una ventanilla con un altavoz donde de un momento a otro mencionan a tu ser querido para darte noticias de su estado. Hay que estar pendiente, pueden pasar dos, tres o cuatro horas. Y mientras tanto, el silencio y la ansiedad… que pesan tanto, que pesan demasiado.
La sala es fea, esencialmente triste. Los asientos incómodos, duros como piedra pues sus esponjas están aplanadas de tanta gente que los usa. La asean regularmente así que no se puede decir que el lugar esté sucio. Sin embargo, hay tanta gente que entra y sale, que duerme y come, que revisa su celular y conversa, que me da la impresión de que estuviera sucia. El ambiente es denso, huele a angustia latente y transpiración pesada.
Prefiero salir al estacionamiento del hospital de vez en cuando para cambiar de aires. Doy un par de vueltas, compro un dulce barato para pasar el rato y olvidar un poco por qué estoy aquí. Regreso a la sala, cuya puerta chirría al abrirse. Es la clásica puerta de lugar público, de aluminio pálido, mate, gastado y una vez más, triste; de tristeza burocrática.
Al poco tiempo mencionan a mi padre, me acerco a la ventanilla. Me dicen que puedo pasar a verle. He pasado un día entero en esta sala y recién me dejan entrar.
La sección de terapia intensiva es otro mundo. Es como estar en la frontera entre la vida y la muerte…
La sección de terapia intensiva es otro mundo. Afuera todo se mueve frenético e indiferente a lo que pasa en esta sección de los hospitales. En cambio, adentro, es como estar en la frontera entre la vida y la muerte. Uno está vivo, las enfermeras y médicos también. Pero los enfermos sobre esas camas especiales están medio vivos… o medio muertos. De hecho, esas no son camas, parecen naves espaciales, tienen botones y comandos para subir y bajar, para inclinar la espalda o subir las piernas. Quizás son naves para entrar a otra dimensión.
Mi padre yace sobre una de esos muebles que presagian el fin. Está entubado a una máquina que le suministra oxígeno. Por lo tanto está sedado, no me ve, no puede hablar conmigo. No sé si me escucha. Me acerco a su oído, le digo que estoy ahí, que le quiero mucho. Lloro, pero me contengo. Aprieto su mano y presiento que se va.
Mientras tanto la máquina que lee sus signos vitales sigue sonando al tiempo que registra sus latidos, la saturación de oxígeno en la sangre y no sé cuántas cosas más que no entiendo ni qué son. Es como un robot que trasluce un amargo fulgor de desesperanza. Sus luces, botones y alarmas son una maravilla tecnológica que tratan de alargar la vida de mi padre. Sin embargo, me parece tan vana toda esa tecnología, tan inútiles las lecturas de esos aparatos y tan incomprensibles las interpretaciones de los médicos.
Miro alrededor. Hay una larga hilera de camas entre cortinas, ventiladores mecánicos, sueros y sobre todo, gente enferma. Sus pijamas arrugadas apenas ocultan el dolor de sus cuerpos. Por otro lado, los uniformes limpios y bien planchados del personal de salud dan una impresión de pulcritud y asepsia en esta antesala de la muerte.
Volví a ver a mi padre al día siguiente, ya no estaba allí. Lo vi por última vez a través del cristal del féretro. No me sorprendió, de alguna forma, me había dicho que se iba, se despidió sin palabras. En mis sueños supe que sus días sobre esta tierra se agotaron. Está en paz, seguramente en un lugar más bonito que la terapia intensiva.
Lo vi por última vez a través del cristal del féretro. No me sorprendió, de alguna forma, me había dicho que se iba, se despidió sin palabras…
Nicolás Dousdebés 27 / 10 / 2020
Fuente de la imagen: http://www.motoreconomico.com.ar/Coronavirus/advertencia-de-la-sociedad-argentina-de-terapia-intensiva-sentimos-que-estamos-perdiendo-la-batalla
Cardboard coffins
The coronavirus pandemic has caused many casualties around the world. However, there are more factors to analyse the reasons underneath this tragedy.
Death is usually a sacred time. It is the moment for tears, remembering those who have passed away. But it is also a good chance to think about what might come after this short life we live on Earth. Therefore, it should be a time to be calmed down, to reflect and meditate, to thank for all what these lives have been, the ones that belong to God but were lived by our beloved relatives or friends. Finally, to assess what they left behind and see what their mission and purpose were like, while they were alive. Hopefully some useful lessons for us might come out of this.
Nobody doubts about the fact that an illness does not discriminate among people, but external conditions and social environments do. And it makes all the difference.
There is, as a matter of fact, a huge gap between population layers that has always been there. Nevertheless, the pandemic revealed it mercilessly. The virus in itself can affect anybody, rich or poor, white or black, people in developed countries or in the so called third world. It is usually transmitted by close contact between people. As a consequence, the more contacts you have got, the more chance to get infected. The logical reaction to stay safe and healthy is avoiding gatherings, and in general, physical interaction with others. But not everyone can afford to stay away from people and keep earning money for a living. Not even strict quarantines have been enough to keep people indoors.
There are several factors underneath this grim reality. Take a look, for instance, to the need most people have to work outside their homes to make a living, like street vendors in poor countries. It is their only income source so it is not something that can be carried out on line. It is true that people who have enough technology skills have been able to import their usual economic activity onto a digital environment but that is not the case for thousands of people in peripheral neighborhoods in huge Latin American cities such as Guayaquil or Sao Paulo.
On the other hand, there are more cases. Doctors and nurses who have been working on the front line to cure infected people and prevent the virus from spreading. They are also a population under risk; and in some countries, like Mexico, they have even been threatened by the sole fact of being health workers. They have often been seen as virus carriers. It is impossible to think about a more unfair situation such as this one.
Even in rich countries, the United States for example, there is a deep division among people according to their ethnic background, socioeconomic class and other factors. If you are a white person who lives in a well-off zone of New York or L.A., you are more likely to stay at home earning a decent salary or you might have enough funds to face the emergency without going out to work. It does not happen the same with a lot of African-American or Hispanic people who have low incomes or must have lost their jobs due to the pandemic. Some of them do not have a medical insurance, they have been afraid of going to hospitals because they are illegal migrants who might be deported as soon as their status is revealed. This is where the difference lies. Populations like these ones are more at risk than wealthier people in many countries.
That is exactly why, in Guayaquil, during March and April 2020, lots of people began to die in their own homes and stayed there for several days before they could be picked up and buried by health workers or police officers. The whole system was overflown. Bodies were piled up outside large hospitals and their relatives had to struggle in order to find out whether their beloved ones were dead or alive. In some cases, they even had to pay extra (illegal) money to hospital clerks to find the corpses.
Unfortunately, there is more; corruption has been another factor that has added more suffering and desperation. If local and national governments, in countries such as Ecuador, had managed resources with transparency and common sense, hospitals would not have been overwhelmed, they would have had enough room for all patients or emergency intensive care units could have been set up to receive the extra number of ill people. But this is an hypothetical situation; the reality in Guayaquil and other Ecuadorian cities is that some hospital managers took advantage of the emergency situation and their position to make profit by buying overpriced health supplies. The mechanism was pretty simple, they avoided legal procedures and rules by purchasing these items to companies related to them or their friends. In some cases, a simple plastic bag to wrap a corpse was bought for one hundred and fifty dollars. It is a massive surcharge, not only for one bag but for thousands of them. In addition, there have been masks, protective gowns and so on.
Final result? Dead people got buried in donated cardboard coffins. Neither their relatives nor the State had the resources to pay for a burial and a wooden casket. In some cases, the family did not even know where their beloved ones had been put to rest. They had to search from one graveyard to another in order to finally have a place to sob and say goodbye.
The novel coronavirus is lethal and it has taken around a half million lives by now but who knows how many out of them could have been saved if social injustice were not so large, if wealth were not so unevenly distributed and governments were not a nest full of corrupt officials.
We could not foresee that a pandemic was on its way to hit the world. We do not have all the privileged information Bill Gates had to see this coming. However, our governments could have been prepared for any emergency situation by supplying all the necessary equipment and room to hospitals, by saving money and financial resources in order to provide enough personal protective equipment to health workers, police forces and public clerks in general. In other words, the novel coronavirus is lethal and it has taken around a half million lives by now. It is a very high death toll; but who knows how many out of them could have been saved if social injustice were not so large, if wealth were not so unevenly distributed and governments were not a nest full of corrupt officials.
Written by: Nicolás Dousdebés C.
Picture source: https://www.catastrofesmundiales.com/en-ecuador-reparten-ataudes-de-carton-en-medio-de-crisis-por-el-covid-19/
Glosario – teorías de comunicación
GLOSARIO DE TEORÍAS SISTÉMICAS Y DEL ESTRUCTURAL FUNCIONALISMO
- Arbitrariedad (del lenguaje): significa que son las sociedades y no la naturaleza las que fijan el sentido de un significante.
- Audiencia: grupo de personas que constituyen los destinatarios de un contenido mediático.
- Autopoiesis: capacidad de los sistemas sociales para producirse (a sí mismos). Se trata de un concepto inspirado en la biología donde las células (unidades mínimas del sistema) son capaces de regenerarse.
- Caos: desorden, desorganización, concepto relacionado con entropía en cuanto ésta mide el grado de caos en un sistema.
- Canal: es el camino o medio por el cual un mensaje transita desde del punto de emisión hasta su recepción, donde el destinario lo puede captar.
- Catexia: fuerzas motivadoras que tiene el sujeto desde lo psíquico. Conjunto de fuerzas impulsivas. Es un concepto propuesto por Freud.
- Cibernética: palabra de origen griego (Kubernetes) la cual significa control, o bien, comunicación para el control, y está relacionada con el concepto de gobierno.
- Codificar: procedimiento por el cual un mensaje es transformado en otro tipo de señales que son más factibles de ser transportadas a lo largo de un canal de comunicación. Por ejemplo, el código binario digital en el que se transforma una imagen para transmitirse por medio de canales electrónicos.
- Código binario: estructura valórica con la que se verifica lo que cada subsistema aprehende (legal/ilegal; permitido/prohibido).
- Connotación: Es el sentido segundo de un significante.
- Contexto: concepto semejante al de entorno. Situación que rodea a un hecho, persona o proceso y que influye en éstos; por ejemplo, el contexto cultural en el que alguien vive.
- Contingencia: todo aquello no indispensable ni necesario sino simplemente posible. Es lo contrario a lo absoluto.
- Cosmos: concepto que se relaciona con lo ordenado en cuanto despierta una percepción de armonía o de lo estéticamente agradable, es decir, lo bello.
- Decodificar: proceso inverso a la codificación.
- Denotación: Es el sentido primero o inmediato de un significante, que es objeto de consenso.
- Destinatario: sujeto al cual está dirigido un mensaje el cual ha llegado primero a un aparato receptor para que esta persona (o máquina eventualmente) lo pueda captar e interpretar. Un destinatario puede ser una persona solamente o un grupo en cuyo caso se habla de público o audiencia.
- Emisor: Sujeto que ha originado un mensaje y que lo transmite hacia un destinatario por medio de un transmisor. Puede entenderse como sinónimo de fuente.
- Entorno: Todas aquellas circunstancias o factores sociales, culturales, morales, económicos, profesionales, etc., que rodean a una cosa, una persona, colectividad, época o sistema e influyen en su estado o desarrollo.
- Entropía: es la medida del desorden o desorganización de un proceso. Mide o analiza el caos en un proceso o situación dada.
- Etnometodología: enfoque para observar la racionalidad del comportamiento humano
- Fuente: punto en el cual se origina una información o de la cual procede un mensaje, puede ser una persona o un medio (mass media)
- Función: ver rol
- Heterogenización: proceso por el cual se asignan diferentes roles a los elementos o individuos haciendo que cada uno contribuya al buen funcionamiento de todo el sistema. La cibernética se encamina a la heterogenización.
- Homeóstasis: proceso de autorregulación cuya finalidad es el balance entre fuerzas, por lo tanto, la consecución de un estado de orden dentro de un sistema u organismo vivo.
- Homogenización: proceso por el cual se tiende a hacer desaparecer los diferencias funcionales entre los individuos o elementos. La entropía tiende a la homogenización en cuanto ignora las diferencias funcionales.
- Interaccionismo Simbólico: es el estudio de la interpretación por parte de los actores de los símbolos nacidos de sus actividades interactivas bajo tres premisas: 1. La gente actúa sobre la base del significado que atribuye a los objetos y situaciones que lo rodean; 2. La significación proviene de la interacción social; 3. Las significaciones se utilizan como interpretaciones efectuados por las personas y se modifican de la interacción social.
- Interpretación: procedimiento para entender un mensaje y darle un sentido de acuerdo a los conocimientos previos y elementos del entorno tales como historia, cultura, prejuicios, etc.
- Lengua: Es un sistema o una estructura que incluye denotaciones y connotaciones como técnicas relacionales y en la cual los signos se organizan unos en relación con otros: un discurso no dice nada en sí, significa por diferencia o en relación con un contexto y por los significados que transmite.
- Lenguaje: es un sistema vasto de símbolos los cuales trasmiten significados de unos sujetos emisores a otros receptores y viceversa.
- Poiesis: proceso de producción o generación. Si éste se da por virtud del mismo elemento, se denonima Autopoiesis.
- Receptor: elemento del sistema, por ejemplo un dispositivo, que permite recibir el mensaje que ha sido transportado a lo largo del sistema desde un transmisor. El receptor decodifica el mensaje para que pueda ser entendido por el destinatario.
- Reducción de la complejidad: Aprehensión de determinados sucesos que, por ser asimilables al código binario, permite que éstos puedan mantenerse y generar nuevas dinámicas en su estructura interna (autorreproducción / autoobservación).
- Redundancia: repetición de elementos semánticos dentro de un mensaje los cuales a pesar de que estrictamente son innecesarios, se los usa para evitar mal entendidos en el proceso de comunicación. Por ejemplo, en castellano se dice “a mí me gusta”, cuando en realidad “me gusta” sería suficiente para expresar el objeto directo del verbo.
- Resonancia: en el proceso de autopoiesis, cuando existe comunicaciones al interior de los sistemas, también lo hacen hacia fuera y los otros sistemas pueden aprehender de ello, este proceso se denomina resonancia.
- Retroalimentación (feedback): procedimiento por el cual el destinatario (persona o audiencia) responde a un mensaje dado y hace que dicha respuesta llegue al emisor del mensaje nuevamente.
- Rol: Los roles son nichos sociales impersonales que consisten en obligaciones a realizar de manera específica. Las estructuras materiales, institucionales y organizaciones de la sociedad no son significativas en sí mismas sino por las clases de roles que brindan.
- Ruido: elemento que interfiere en un proceso de comunicación alterando la calidad de la recepción de la misma. A mayor ruido, menor calidad de comunicación. Un ruido puede ser producido por fallas técnicas, accidentes geográficos o incluso noticias falsas que se filtran en los medios de comunicación.
- Self (del inglés, sinónimo de auto, uno mismo) : capacidad de considerarse a uno mismo como un objeto y sujeto. El desarrollo del SELF se produce por la reflexión, o ponernos inconscientemente en el lugar del otro.
- Sociedad: Conjunto de personas que se relacionan entre sí, de acuerdo a unas determinadas reglas de organización jurídicas y consuetudinarias, y que comparten una misma cultura o civilización en un espacio o un tiempo determinados. Para Blumer, sociedad es una escenificación teatral, La representación de la persona en la vida cotidiana (1959)
- Significado: Sentido o sema que es entregado o transportado por un significante. Se refiere más al concepto mental que se capta a partir del significante.
- Significante: Es el soporte del sentido (la palabra o frase) el cual trasmite un significado hacia el emisor.
- Signo (Saussure): El signo es todo lo que tiene sentido, una palabra, una frase, una imagen, un objeto al que dotamos de significación. Un signo también puede ser natural; ej.: el dolor es signo de una enfermedad o daño físico en el cuerpo.
- Símbolo: es un tipo de signo que determina una relación de identidad con una realidad, con un significado el cual es generalmente abstracto al que muestra, evoca o representa. Por ejemplo, la cruz es símbolo de la religión cristiana. El símbolo es arbitrario en cuanto la sociedad le ha asignado un significado.
- Sistema: un proceso ordenado regido por normas cuya finalidad es regular el funcionamiento de un grupo, colectividad o máquina.
- Subsistema: proceso ordenado que sigue normas de regulación dentro de un sistema mayor.
- Transmisor: elemento del sistema, puede ser un dispositivo, que permite enviar el mensaje transportándolo a lo largo del sistema hasta que llegue al otro extremo, al receptor. El transmisor es el responsable de codificar el mensaje para que pueda viajar a través del sistema, por ejemplo, transformando la voz humana en ondas electromagnéticas.
Norbert Wiener, la cibernética y nuestra realidad
La cibernética, o comunicación para el control es un principio científico propuesto por Norbert Wiener, ha tenido una gran trascendencia en el mundo actual. Sin embargo, también presenta riesgos y desafíos.
Naves espaciales que se manejan desde pantallas para acoplarse a estaciones que orbitan la Tierra a miles de kilómetros de distancia, control automatizado de los aparatos y funciones domésticas, plataformas virtuales que conocen y vigilan cada una de las búsquedas en internet y las compras que se realizan en línea, robots que cada vez más reemplazan a los humanos en un sinnúmero de tareas, reuniones virtuales que se pueden realizar entre cientos de participantes que están dispersos por varios puntos del planeta, e incluso fuera de él.
Norbert Wiener, padre de la cibernética, posiblemente no imaginó la trascendencia de sus descubrimientos y propuestas.
No, no es ciencia ficción, es la realidad que se vive en 2020, 56 años después de la muerte de Norbert Wiener, niño prodigio que obtuvo un doctorado en lógica matemática en la Universidad de Harvard a los 18 años. Este brillante académico sentó las bases para el desarrollo y las ulteriores aplicaciones prácticas de la llamada cibernética, la ciencia del control y la comunicación.
Autores como Melvin de Fleur y Schramm habían desarrollado el concepto de retroalimentación (feedback) pero aplicado más bien al análisis de la comunicación mediática dirigida a grande audiencias. Wiener, por su parte, desde un punto de vista más pragmático, se dio cuenta de que esta comunicación de ida y vuelta, pues eso es, serviría para disminuir la cantidad de procesos caóticos en las máquinas y los sistemas, y por lo tanto, para aumentar o mejorar el grado de control en los mismos. Dicho kubernetes (palabra griega que significa control y que es también el origen del término gobierno), podría ayudar a que los sistemas lleguen a un estado de balance u homeóstasis.
Somos una máquina cibernética perfecta, siempre lo hemos sido, pero sin nombres tan sofisticados
El proceso de control y comunicación entre personas y máquinas no es nuevo, ha existido desde que hay vida orgánica en la tierra. Está presente en los seres vivos y por supuesto, en el ser humano. El sistema nervioso central es un buen ejemplo de ello. Nuestras terminaciones nerviosas retroalimentan el cerebro a cada instante. Así, somos capaces de percibir sensaciones de dolor o placer, u otras térmicas, como el frío o el calor. La vista capta colores y el oído sonidos. Con esos insumos la mente luego hace un trabajo maravilloso pues los combina con recuerdos anteriores y eventualmente llega a conclusiones nuevas. De esta manera, se completa el círculo del conocimiento y la razón humana. Somos una máquina cibernética perfecta, siempre lo hemos sido, pero sin nombres tan sofisticados.
Si no fuera así, no podríamos siquiera sostener una taza en nuestras manos pues la soltaríamos o no nos sería posible evaluar su peso y forma. Por ello, quienes padecen el mal de Parkinson tiemblan y no pueden asir objetos con firmeza. Está fallando su cibernética interna, su comunicación de ida y vuelta entre las células cerebrales, las neuronas.
Wiener tiene el mérito, desde luego, de haberse percatado de que este mismo fenómeno de comunicación interna, como el de los nervios y el cerebro, que produce efectos de estabilidad y control en el cuerpo, puede aplicarse, así mismo, a procesos de comunicación entre personas, entre personas y máquinas o entre máquinas solas. Un ejemplo actual de cibernética puede ser una central nuclear cuyos procesos, delicadísimos por cierto, son controlados automáticamente por un cerebro digital que reposa en el interior de un disco duro, o bien, la búsqueda de exoplanetas en nuestra misma galaxia, la Vía Láctea, o incluso fuera de ella, a miles de años luz. Hacer barridos secuenciales de millones de sectores del universo en búsqueda de sistemas solares y planetas semejantes al nuestro requiere de una constante comunicación de ida y vuelta con el fin de almacenar datos y seguir obteniendo nueva información que sea relevante.
Sin embargo, aquí en la Tierra, en la realidad que vivimos todos los días, la cibernética puede tener muchos usos bastante más prácticos que la búsqueda sistemática de vida alienígena. Unos de gran valor para la preservación de la vida. Los médicos y biólogos estarán justamente utilizando este control informativo en tiempo real para dar finalmente con una vacuna contra el coronavirus, o por lo menos, para encontrar un tratamiento eficaz, tal como acaban de informar científicos británicos acerca de la Dexametasona, que puede reducir el riesgo de muerte de enfermos graves de Covid-19 hasta en un 35 %, a major breakthrough , es decir, un gran avance científico y terapéutico. No habría sido posible sin sistemas cibernéticos, sin comunicación de ida y vuelta entre núcleos de científicos y bases de datos que rápidamente evalúan la eficacia de un medicamento en relación con los pacientes que no han recibido el medicamento en cuestión sino placebos, a fines comparativos.
Lamentablemente, todo tiene un lado oscuro, y la cibernética no es la excepción. Los gobiernos u otras organizaciones, Amazon, Google, Facebook, etc, pueden eventualmente utilizarla para controlar a la población. La información que nosotros mismos proporcionamos en las redes sociales o al utilizar plataformas digitales dice mucho de nuestra vida personal y familiar. Los gigantes tecnológicos saben bien cuáles son nuestras preferencias de consumo o ideologías políticas. Les estamos proporcionando datos sobre ello todo el tiempo, incluso sin darnos cuenta, cuando nos movilizamos con el teléfono inteligente que envía datos sobre nuestra ubicación, sobre los lugares que visitamos y hasta lo que consumimos.
Hace poco, leía en un sitio de noticias británico, que se habían presentado denuncias de acoso familiar utilizando dispositivos domóticos, es decir, tabletas que sirven para controlar las luces del domicilio o los ciclos de la lavadora. Es fácil abusar de estos dispositivos y utilizarlos para otros fines, por ejemplo, para espiar a la pareja y luego ejercer violencia contra ella.
Hay que ser muy prudentes al momento de manejar nuestra información personal en el ciberespacio, lo cual significa justamente, espacio controlado
Nadie pone en duda las ventajas de la cibernética en términos de eficacia para mejorar los procesos productivos, tecnológicos y científicos en general. En una gran medida, a todos nos ha facilitado mucho la vida googlear cualquier tema para obtener información sin tener que quemarnos las pestañas hojeado gruesos tomos en las bibliotecas. Sin embargo, hay que ser muy prudentes al momento de manejar nuestra información personal en el ciberespacio, lo cual significa justamente, espacio controlado, a partir de la etimología aquí expuesta. ¿Por quién? No lo sabemos.
Referencias externas:
https://www.revistaciencia.amc.edu.mx/images/revista/67_1/PDF/Presentacion.pdf
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